El cese de la prisión preventiva a 12 miembros del Clan Ale, decisión que dejó a todos los imputados por asociación ilícita en libertad, trajo mucho debate. El primero en criticar esa decisión fue el fiscal Pablo Camuña, quien dijo que “nunca pasó algo así”. Sin embargo, la voz que más resonó fue la del presidente de la Unidad de Información Financiera (UIF), Mariano Federici, quien exclamó: “si el Clan Ale es absuelto por el Tribunal, la mafia habrá triunfado otra vez en Tucumán”. Ante esta situación, cuatro abogados defensores (Cergio Morfil, Alejandro Biagosch, Manuel Pedernera y Víctor Taleb) hicieron duras críticas al funcionario. A ellos se sumó Adolfo Bertini, defensor oficial de la Justicia Federal que patrocina a María Jesús Rivero en este proceso. “La decisión del Tribunal es el resultado a una sujeción a leyes nacionales y convencionales. Consideraron a la prisión preventiva como una excepción y que no había peligrosidad procesal. Se hizo un análisis muy minucioso. Fueron, en total, 3 años y 9 meses, más del plazo máximo”, estimó Bertini en diálogo con LA GACETA.
Sobre los dichos de Federici, objetó: “cualquier análisis resulta improcedente, porque la UIF no había objetado la solicitud. No es lógico que se diga que es arbitrario. La decisión está sujeta a parámetros constitucionales y convencionales”, agregó.
Algunos de los defensores incluso informaron que barajaban la posibilidad de iniciar acciones legales contra Federici.